lunes, 17 de mayo de 2010

DÍA DEL CATEQUISTA



Los catequistas constituyen un gran regalo para toda la Iglesia. Son un verdadero don para esta comunidad parroquial. Todos los bautizados hemos recibido la misión de evangelizar, y todos debemos ser corresponsables en esta tarea. Hoy queremos tomar conciencia de esta misión que es de todos, pero que algunos, los catequistas, asumimen de forma particular. Somos enviados por la Iglesia para anunciar la Buena Nueva, y así ser partícipes de la misión de Jesús Maestro.
Una de las actividades más importantes de nuestra comunidad es la catequesis, donde los catequizandos reciben los fundamentos de la fe y la formación suficiente para vivir la fe cristiana. Cada día se hace más difícil esta labor, les agradecemos a los catequistas su dedicación y les pedimos que sigan en este empeño, por difícil que sea, porque necesitamos de su ayuda.
En nuestra parroquia son alededor de 50 catequistas que participan en la catequesis familiar, pre bautismal, pre matrimonial.
y este sábado 15 de Mayo se reunieron en una jornada que acompañados de nuestro párroco compartieron experiencias y momentos de reflexion finalizando con una Misa dando gracias a Dios por su entrega y dedicacion al terminar la misa se realizo un compartir

Felicidades queridos catequistas !!!

Oración del Catequista


Oración del Catequista
Señor Jesús:

Aquí me tienes para servirte
y colocar a tus pies la labor en que estoy empeñado.
Tú me escogiste para ser catequista,
anunciador de tu Mensaje a los hermanos.
Me siento muy pequeño e ignorante,
soy a menudo inconstante,
pero sé que Tú me necesitas.
Gracias por confiar en mí, pequeño servidor tuyo.
Estoy pronto a cumplir esta hermosa tarea
con sencillez y modestia, amor y fe.
Quiero ser instrumento tuyo
para despertar en muchos hermanos:
cariño por tu persona,
confianza en tus promesas,
deseos de seguirte como discípulo.
Bendice día a día mis esfuerzos;
pon tus palabras en mis labios,
y haz que, en comunión con mis hermanos,
pueda colaborar en extender tu Reino.

María, tu que seguiste siempre con fidelidad
las huellas de tu Hijo,
guíanos por ese mismo camino.
Amén.














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